A UN EUCALIPTO
Hablan mal del eucalipto
porque se chupa la humedad,
tiene raíces extendidas,
es alto,
peligroso,
y con su madera
no se pueden hacer vigas
ni muebles
confiables,
su corteza tiene el tono solemne
de la piel del camello
y la tristeza de alguien ventoso y longevo.
Aún hecho pedazos
qué respeto le tengo,
cuánta añoranza
y seriedad
y reverencia
me produce ahora que ya no está.
Sus rodajas dispersas por el pasto
llevan dibujos:
una bahía, un círculo, una gaviota, un escudo
(arderán en la chimenea
con la misma violencia
que en Australia),
sus olores, frutos del hacha y de la sierra,
difieren del olor del eucalipto erguido,
son más dulces e intensos
pero se irán diluyendo.
En cambio, donde todo era
penumbra y cochinillas
un hachazo de luz definitiva
ha cortado de tajo
la luz de ayer,
la luz al sesgo
colada por las ramas.
porque se chupa la humedad,
tiene raíces extendidas,
es alto,
peligroso,
y con su madera
no se pueden hacer vigas
ni muebles
confiables,
su corteza tiene el tono solemne
de la piel del camello
y la tristeza de alguien ventoso y longevo.
Aún hecho pedazos
qué respeto le tengo,
cuánta añoranza
y seriedad
y reverencia
me produce ahora que ya no está.
Sus rodajas dispersas por el pasto
llevan dibujos:
una bahía, un círculo, una gaviota, un escudo
(arderán en la chimenea
con la misma violencia
que en Australia),
sus olores, frutos del hacha y de la sierra,
difieren del olor del eucalipto erguido,
son más dulces e intensos
pero se irán diluyendo.
En cambio, donde todo era
penumbra y cochinillas
un hachazo de luz definitiva
ha cortado de tajo
la luz de ayer,
la luz al sesgo
colada por las ramas.
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